miércoles, 6 de abril de 2011

Testimonio = ADUAI


Querido Álvaro:
Me da muchísimo gusto saber de ti. Mis más cariñosas bendiciones para ti y para tu hermoso trabajo.

Hace días recordaba las primeras entrevistas que tuve contigo hace algunos años y las cosas extraordinarias que me dijiste en aquel entonces. Fueron palabras que me dieron la fe que necesitaba para seguir adelante en una vocación que me parecía completamente fuera de este mundo.

Pues bien, sigo fiel a mi llamado y aunque cada vez me demanda más fe en lo invisible cada día estoy más convencido de que ando por el sendero correcto. Como sabes, me ha costado mucho trabajo quitarme de encima prejuicios sociales y expectativas profesionales. No obstante, tu ejemplo y el de otros valerosos guías ha sido muy importante para forjar mi destino.

Te recuerdo mucho porque fuiste el primero en enseñarme la manera de contactar con el mundo espiritual a través de la visión interna y la verdad es que mi habilidad para hacerlo se ha incrementado mucho en los últimos años... y ahora que estoy tan decidido a mostrarme más desde mi faceta espiritual me imagino por las que pasaste para tomar la decisión de ofrecerte profesionalmente tal como eres ante una sociedad que no siempre está lista para lidiar con las realidades sutiles.

Por todo tu ejemplo, enseñanzas y apoyo en ya varios años de mi vida te quiero dar las gracias, honrando todas tus enseñanzas.

Dime si te gustaría venir a Tepoztlán a ofrecer un curso, taller o un concierto de sanación conmigo a “La Casa de las Mariposas”. Recuerdo con mucho cariño las veces que tan generosamente me abriste las puertas de la “Casa de los Leones” para invitarme a participar en tus eventos. En verdad eres un gran amigo.

Cuenta, como siempre, conmigo y con mi apoyo. Te espero pronto. Con cariño,

ÁDUAI
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